A día de hoy, el contratos de formación ha cambiado su denominación. Por ello, el renombre recibido es el de Contrato Formativo para la Formación en Alternancia. Dichos contratos están regulados en base al Real Decreto-ley 32/2021, de 28 de diciembre.
El RD-ley ha unificado el contrato de prácticas y el de formación para simplificar el mercado laboral. Tiene el objetivo de favorecer la inserción en el mercado de trabajo mediante la formación dual referente a una profesión.
Las prácticas, por tanto, se encuadran dentro de los contratos formativos, relevantes para lograr que el nivel de estudios quede a la par de los requerimientos para la puesta en marcha como profesional.
El 28 de diciembre de 2021 entró en vigor el Real Decreto Ley 32/2021 que introdujo una nueva Reforma Laboral que afectó al contrato de formación, que pasa a llamarse contrato de formación en alternancia y tiene el objetivo de compatibilizar trabajo y formación para fomentar la inserción laboral de la juventud
España cuenta con el segundo paro juvenil más alto de la Unión Europea. La situación familiar o la baja cualificación es un impedimento para disfrutar de un mercado laboral dinámico y con una tasa de paro más baja.
El contrato de formación en alternancia está encaminado a dar un impulso a dichos jóvenes, los cuales están a la espera de un plan formativo realmente productivo de cara a su incorporación en el mercado laboral.
En la empresa debe haber un tutor que siga los pasos de la persona que recibe la formación. Esta persona debe cumplir algunos requisitos para ser apta:
- Menor de 30 años.
- No tener titulación oficial del puesto al que se presenta.
- No haber realizado formación previa en el mismo campo formativo.
- No haber estado previamente más de 6 meses en la empresa ejerciendo el mismo puesto.
Con todo lo expuesto, ¿en qué beneficia un contrato de formación a todos los implicados?
El contrato formativo complementa los estudios especificos con la aplicación en términos de empresa. Con ello se consigue una mayor especialización en el sector de empleo concreto.
La gran ventaja para el estudiante que puede aprovechar esta oportunidad es que se puede compatibilizar empleos con estos estudios formativos de diversa índole, ampliándose las posibilidades y acotando las condiciones dichos acuerdos ligados al aprendizaje.
El contrato de formación, en definitiva, es una herramienta muy útil si la usamos dentro de un contexto de captación de talento, pero sin abusar de esa figura para soportar el peso de la actividad regular de la compañía.